viernes, 20 de junio de 2014

Estantería Mary Kay

Una estantería que necesita un hueco y un hueco que necesita una estantería. Dos claves para ponernos manos a la obra. No me ha costado nada de dinero. Con pintura de otras manualidades, concretamente de la mesita de noche reciclada y esmalte de uñas parece otra. Y lo mejor es que ya tengo sitio para los maravillosos productos Mary Kay.

Así estaba ella y así tenía mis productos de belleza.





Y empezamos desvistiendo la estantería. En belleza Mary Kay lo llama micro dermoabrasión y te deja la cara tersa tersa tal y como yo dejé la estantería después de lijarla. Un poquito de prebase para tapar los poros y a maquillar. De nuevo elijo la fórmula fácil de pintar a brochazos para ser más rápida y dar un efecto original a la madera. 






El verde muy a juego con la cocina lo he sustituído por un dorado muy propio de una sombra de ojos para un verano deslumbrante.


Y en el lateral cambié mi gusto por los mininos y me he decantado por un Pavo Real. Símbolo de la belleza en aves, presumido y altanero. Una estantería de belleza es el sitio más adecuado para que luzca sus plumas. Primero una plantilla bien cuadriculada y luego a copiar directamente con la misma pintura de antes.







 Por último se fija a la pared y lo rellenamos de nuestros productos. Primer estante de cuidado de la piel.



Segundo de maquillaje.


Tercero, cuidados específicos, prospectos y cajitas para muestras.


 Y por último, zona de almacenaje.




Así da gusto arreglarse y reciclar. No tiréis nada chi@s creativos. Darle un toque diferente, gratis y rápido a algunos muebles puede convertir cualquier rincón en una zona práctica y especial. Besos y hasta pronto.


ANTES




DESPUÉS



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